Usualmente el interés se mide por el incremento entre la suma original invertida o tomada en préstamo (P) y el monto (F) o valor final acumulado o pagado.
De lo anterior se desprende que si hacemos un préstamo o una inversión de un capital de $P, después de un tiempo n se tendría una cantidad acumulada de $F, entonces se puede representar el interés pagado u obtenido, mediante la expresión siguiente:
I = F – P
Pero también se puede expresar como: I = Pin
Analizando la anterior fórmula, se establece que el interés (I) es una función directa de tres variables: El capital inicial (P), la tasa de interés (i) y el tiempo (n). Entre mayor sea alguno de los tres, mayor serán los intereses.
Las razones a la existencia del interés se deben a: